Los agujeros negros, que desde hace mucho tiempo han sido fenómenos mal comprendidos, han captado en el transcurso de los años la imaginación de los astrónomos y productores de cine al mismo tiempo, y han sido objeto de películas y novelas. A pesar del gran interés que se les ha prestado, todavía quedan muchas cosas de ellos, sin conocer, y por tanto es necesario realizar más estudios. Los expertos del Dartmouth College sin embargo, proponen un nuevo método para crear agujeros negros artificiales en el laboratorio, en escalas mucho más pequeñas que los naturales.

Aunque de un agujero negro no puede salir nada, Stephen Hawking descubrió que los agujeros negros emiten una misteriosa radiación que fue llamada radiación de Hawking

En un nuevo artículo científico publicado en el número del 20 de agosto de la revista Physical Review Letters de la Sociedad Americana de Física, el equipo explicará las bases de la construcción de un agujero negro a una escala muy pequeña. Los fabricantes de agujeros negros podrían ayudar a comprender mejor la radiación de Hawking. Esta última fue propuesta por el famoso físico Stephen Hawking hace 35 años, la teoría afirma que los agujeros negros tienen actividad, y que constantemente emiten tipos especiales de fotones que es lo que se conoce como radiación de Hawking. Sin embargo, estudiar este fenómeno en su ambiente natural ha demostrado ser muy difícil.

El estudiante graduado de Dartmouth, Paul Nation, y uno de los autores del artículo lo explica así: "es conocido que Hawking mostró que los agujeros negros radian energía de acuerdo a su espectro térmico. Sus cálculos se basan en asunción es sobre la física de energías ultra altas y la gravedad cuántica. Puesto que no podemos tomar medidas de agujeros negros reales, necesitamos una forma de recrear este fenómeno en el laboratorio para estudiarlo, y validarlo."

El procedimiento propuesto por los expertos consiste en una línea de transmisión de pulsos de microondas, llena de una red de dispositivos superconductores de interferencia cuántica, o SQUIDs. Este ingenio no solamente reproduce la física resultante de un agujero negro real, sino que también lo hace en un ambiente donde se conocen todas las variables, y pueden ser separadas del resultado final. "De esta forma, en principio, este dispositivo permitiría la exploración de los efectos cuánticos gravitacionales equivalentes" según escriben los investigadores en el artículo.

"Podemos también manipular la fuerza del campo magnético aplicado de forma que el dispositivo SQUID pueda utilizarse para explorar la radiación de los agujeros negros más allá de lo que consideró Hawking", concluye el profesor de física y astronomía de Dartmouth Miles Blencowe, también autor del artículo.