Científicos de todo el mundo observan muy de cerca tres erupciones del Sol cuyos efectos empezaron a llegar a la Tierra desde el jueves y seguirán hasta el viernes.
Estas "eyecciones de masa coronal" -ondas de radiación y viento solar que se desprenden del Sol- golpearán el escudo magnético de la Tierra.
Las olas de partículas solares cargadas son el resultado de tres llamaradas solares dirigidas hacia la Tierra en días recientes, entre ellas se encuentra la más poderosa desde 2006.
Las llamaradas más grandes pueden interrumpir el funcionamiento de la tecnología.
Entre las áreas afectadas se encuentran las redes eléctricas, así como los sistemas de comunicaciones y los satélites.
El evento también provocará que la aurora boreal sea más visible ya que podrá ser observada desde el norte de Reino Unido.
"Actualmente pensamos que el efecto de la llamarada solar puede alcanzar la Tierra entre la tarde del jueves y posiblemente el viernes en la mañana", señaló Alan Thomson, director de geomagnetismo del British Geological Survey (BGS).
"En la comunidad científica, existe una corriente de opinión que no es tan intenso como al principio pensamos que podría ser, pero todavía es posible que sea un evento bastante grande para nosotros poder ver la aurora boreal en el Reino Unido", agregó.
Sin embargo, las previsiones del clima sugieren condiciones de nubosidad que podrían obstaculizar el avistamiento de la aurora.
Impacto tecnológico
La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA, por sus siglas en inglés) informó que tres de las eyecciones de masa coronal estaban en camino hacia la Tierra como resultado de las erupciones solares registradas el 13, 14 y 15 de febrero.
La llamarada registrada a las 0156 GMT el 15 de febrero fue la más fuerte en cuatro años, según la agencia espacial de Estados Unidos (NASA) que monitorea la actividad del Sol.
El evento fue denominado una llamarada de clase X, es decir, del tipo más intenso.
Las llamaradas solares son causadas por la liberación súbita de energía magnética almacenada en la atmósfera del Sol.
Sus efectos pueden interferir con la tecnología moderna en la Tierra, tales como las redes de energía eléctrica, sistemas de comunicaciones y los satélites -incluyendo las señales de navegación por satélite.
Los científicos esperaban que la mayor actividad geomagnética se produciera el jueves, pero los medios de comunicación estatales de China informaron con antelación sobre algunos trastornos en las comunicaciones por radio de onda corta en el sur del país.
Tormenta geomagnética
En 1972, una tormenta geomagnética provocada por una erupción solar ocasionó la caída de las comunicaciones telefónicas de larga distancia a través del estado de Illinois, en Estados Unidos.
En 1989, otra tormenta dejó a seis millones de personas en la oscuridad en la provincia canadiense de Quebec.
Thomson dijo que era posible que en esta ocasión, la infraestructura se vea afectada, pero subrayó: "La llamarada de clase X que se observó el otro día fue menor en magnitud que las erupciones similares que han sido asociadas con daños tecnológicos, como la pérdida de la red eléctrica de Quebec ... e incluso la gran tormenta magnética en 2003, que causó algunos daños a los satélites en órbita".
Los científicos tendrán alrededor de media hora de aviso antes de que la ola de partículas cargadas estén a punto de golpear el escudo magnético de la Tierra.
Para ello, un satélite de la NASA llamado Ace (Explorador de Composición Avanzada) registra la radiación solar en sus instrumentos.
"Estamos sentados esperando que el evento suceda," aseguró Thompson.
Los investigadores señalan que el Sol se comenzó a despertar después de un período de varios años de baja actividad.
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