A mediados de 2003, la agencia espacial norteamericana NASA envió a Marte dos exploradores robóticos con el fin de buscar señales de agua en el pasado, y de como ésta pudo influir sobre las posibilidades de vida y el ambiente en el planeta rojo.

Uno de ellos, Spirit, lo hizo el 4 de enero de 2004 en un cráter de impacto llamado Gusev, donde se pensaba que pudo existir un lago. El otro, Opportunity, lo hizo el 25 de enero del mismo año en Meridiani, una zona rica en un óxido de hierro (hematita gris) que se puede formar por la presencia de agua líquida.

Dado el duro ambiente marciano, se esperaba que duraran máximo 6 meses, pero ahora, 5 años después, siguen operando (excepto algunas fallas menores) y brindando valiosa información. Hasta la fecha han enviado más de 36 gigabytes de información, los cuales incluyen cerca de 250.000 fotografías, pero además han escalado montañas, descendido en cráteres y sobrevivido a tormentas de polvo que bloquean la captación de luz solar por parte de sus páneles solares, lo que ha puesto en serio peligro su supervivencia.

Steve Squyres, director científico de la misión, ha subrayado que esta es la primera expedición de la humanidad en otro planeta. "Cuando la gente mire retrospectivamente a este período de la exploración de Marte dentro de muchas décadas, Spirit y Opportunity podrán ser considerados de la mayor importancia, no sólo por la ciencia que hicieron, sino porque fue la primera vez que nosotros realmente exploramos la superficie de Marte".

Este espectacular atardecer marciano fue captado por el explorador Spirit el 19 de marzo de 2005, justo cuando el Sol caía en el cielo por detrás del borde del cráter Gusev.

Imagen cortesía: NASA/JPL/Texas A&M/Cornell

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