El 21 de junio ­se celebra en todo el hemisferio norte el solsticio de verano, el día más largo del año, aspecto que pasa desapercibido para la gran mayoría de los ciudadanos acutales (todavía más para quienes vivimos cerca de la línea ecuatorial), pero que siempre representó momentos claves y críticos en muchas sociedades y comunidades antiguas. En dichas latitudes el 21 de junio indica el inicio de la estación conocida como verano.

La palabra solsticio proviene del vocablo latin solstitiun que significa sol quieto.

Las personas observadoras se habrán percatado que el Sol no "sale" y no se "pone" por los mismos puntos del horizonte, siendo el 21 de junio la fecha en la cual el astro rey "sale" en el punto más al norte (izquierda) que en cualquier otra fecha del año. Como cada día la posición aparente del Sol se desplaza un poco hacia la izquierda antes moverse hacia el sur, el punto de máximo desplazamiento hacia el norte se da alrededor del 21 de junio (la incertidumbe es provocada por los días biciestos) y parece que el Sol se detiene en ese recorrido en sus amaneceres, de allí el nombre de solsticio.

En el hemisferio norte, el Sol alcanza su cenit a medio día sobre el Trópico de Cáncer, en el hemisferio sur lo hace sobre el Trópico de Capricornio, por lo cual las fechas de los solsticios se intercambian entre los dos henisferios, cuando es solsticio de verano en el sur, es de invierno en el norte y viceversa. Los solsticios son los puntos donde el Sol alcanza su mayor declinación. y son provocados por la inclinación axial del eje de la Tierra. El efecto más notable de los solsticios de verano es que la duracion del día se prolonga en función de la latitud, siendo máxima en los polos... de allí la expresión "Sol de medianoche".

Culturas antiguas determinaron el día del solsticio con precisión. En Egipto, si se mira desde la Esfinge, el Sol se "pone" entre dos de las pirámides. En Perú, algunas de las líneas en Nazca están perfectamente alineadas tanto con el solsticio de junio como con el de diciembre. Lugares como Stonehenge y Chichen Itzá y otros monumentos megalíticos han sido construidos con base en la información astronómica como la de los solsticios.

La anterior figura (tomada de la página el cielo del mes ilustra la relación entre la inclinación terrestre y las estaciones, y los solsticios y equinoccios).

Por Mario Solarte

Con información de National Goegraphic, Wikipedia, Genciencia, y el cielo del mes.